La
sepsis, que es la respuesta sistémica abrumadora y potencialmente mortal a una infección, con finalidad eminentemente defensiva, puede causar daño tisular, insuficiencia orgánica y muerte. Es posible que afecte a cualquier persona, en cualquier momento y como resultado de cualquier tipo de infección y puede comprometer cualquier parte del cuerpo. Además, es posible que se desarrolle después de una infección menor. Esa respuesta del organismo se produce ante la presencia de
microorganismos patógenos y es consecuencia de la acción del propio
sistema inmunitario.