La
placenta—del
latín torta plana refiriéndose a su apariencia en humanos—es un
órgano efímero presente en los
mamíferos placentarios y que relaciona estrechamente al bebé con su madre, satisfaciendo las necesidades de respiración, nutrición y excreción del
feto durante su desarrollo. La placenta se desarrolla de las mismas células provenientes del
espermatozoide y el
óvulo que dieron desarrollo al feto y tiene dos componentes, una porción fetal, el
corion frondoso y una porción materna o
decidua basal.