La
ley de inducción electromagnética de Faraday (o simplemente
ley de Faraday) establece que el
voltaje inducido en un
circuito cerrado es directamente proporcional a la rapidez con que cambia en el
tiempo el
flujo magnético que atraviesa una
superficie cualquiera con el circuito como borde:
donde:
- es el campo eléctrico,
- es el elemento infinitesimal del contorno C,
- es la densidad de campo magnético y
- es una superficie arbitraria, cuyo borde es C. Las direcciones del contorno C y de están dadas por la regla de la mano derecha.