Un
invernadero (o
invernáculo) es un lugar cerrado, estático y accesible a pie, que se destina a la
horticultura, dotado habitualmente de una cubierta exterior translúcida de
vidrio o
plástico, que permite el control de la temperatura, la humedad y otros factores ambientales para favorecer el desarrollo de las
plantas. En la jardinería antigua española, el invernadero se llamaba
estufa fría.