Los
equinoccios (del
latín aequinoctium (
aequus nocte), "noche igual") son los
momentos del
año en los que el Sol está situado en el plano del
ecuador terrestre. Ese día y para un observador en el ecuador terrestre, el Sol alcanza el
cenit (el punto más alto en el cielo con relación al observador, que se encuentra justo sobre su cabeza, vale decir, a 90°). El
paralelo de declinación del Sol y el ecuador celeste entonces coinciden.