Encarnación (del
latín incarnatio, de
incarnatum,
incarnare) para los cristianos es el momento en que la eterna Palabra de Dios (Segunda Persona de Dios) entró en el tiempo y adquirió para siempre la naturaleza humana sin dejar su Naturaleza Divina con el fin de ser Sumo Único y Eterno Sacerdote de la humanidad. Y el Espíritu Santo (Tercera Persona de Dios) lo unge como Cristo de forma que según la doctrina cristiana la única Persona de
Jesucristo tiene dos voluntades, dos inteligencias, dos naturalezas y se afirma que no tiene Madre en la eternidad ni Padre en el tiempo. Dada la importancia de este hecho la historia se divide en antes y después de Cristo.