La
convulsión es, en
medicina humana y
veterinaria, un
síntoma transitorio caracterizado por actividad neuronal en el
cerebro que conlleva a hallazgos físicos peculiares como la
contracción y
distensión repetida y temblorosa de uno o varios
músculos de forma brusca y generalmente violenta, así como de alteraciones del estado mental del sujeto y trastornos psíquicos tales como
déjà vu o
jamais vu. Una convulsión que persiste por varios minutos se conoce como
status epilepticus, mientras que la
epilepsia es la recurrencia de crisis convulsivas de manera crónica. Usualmente afecta a diversas partes del cuerpo, con lo que recibe el nombre de
ataque convulsivo.