El
ciudadano en la Antigua Grecia se define por un cierto número de prerrogativas y ventajas, de obligaciones y exigencias que le distinguía de los no ciudadanos: prerrogativas políticas, jurídicas, religiosas, beneficios sociales, exigencias fiscales y obligaciones militares.
Metecos y
esclavos vivían en la ciudad con los ciudadanos, pero esta era exclusivamente una comunidad de ciudadanos, y de ciudadanos hombres, puesto que
las mujeres estaban excluidas de los derechos políticos.