El
ciclo troyano es un conjunto de poemas datados en la época de la
Grecia arcaica que narraban la sucesión de los acontecimientos de la leyenda de la
guerra de Troya. Entre ellos se encuentran dos que han llegado hasta nuestros días, la
Ilíada y la
Odisea, atribuidos ambos a
Homero, y otros, hoy perdidos y que solo se conocen por fragmentos o resúmenes realizados por autores antiguos. Como referencia al contenido total han de leerse los resúmenes de la
Crestomatía, obra de Proclo, del cual se discute si debe identificarse con el gramático
Eutiquio Proclo, del siglo II o con el filósofo neoplatónico
Proclo, del siglo V. A veces se considera que el ciclo troyano era parte de otro grupo de poemas más numerosos denominado
ciclo épico. Otras veces, sin embargo, se identifican ambos términos como
sinónimos. Muchos poetas griegos compusieron poemas cíclicos:
Estasino de Chipre,
Arctino de Mileto, Eumelo de Corinto,
Lesques de Lesbos,
Agias de Trezén, Pisandro de Camiros,
Eugamón de Cirene, etcétera.