Los
asmoneos o
hasmoneos (en
hebreo ,
Ḥašmōnaʔim) fueron los sucesores directos de los
macabeos que lograron establecer un poderoso reino en lo que hoy es
Israel, en contraste con las expansiones del
Imperio seléucida. Con los asmoneos, las fronteras del reino
judío llegaron casi a las dimensiones de los remotos tiempos de
David y
Salomón. Aunque descendían directamente de los macabeos («
Juan Hircano I era hijo de Simón, el último de los Macabeos»), lo cierto es que tuvieron grandes diferencias en sus acciones, los ideales que los movían y sus aspiraciones políticas. Su apogeo duró el doble del de sus inmediatos ancestros, desde el
134 a. C. hasta el advenimiento del
Imperio romano en
Israel en el
63 a. C.