Durante la década del setenta comienzan los planteos críticos en el ámbito empresarial y académico sobre la contabilidad tradicional que estaba siendo utilizada desde la antigüedad; estos planteos están en sintonía con el despertar de la era de la información, la globalización, la segmentación de clientes, los nuevos vínculos entre organización y públicos y la aparición de las comunicaciones integradas de marketing.