El
Segundo arbitraje de Viena consistió en un acuerdo territorial alcanzado por mediación y presión
alemana entre
Hungría y
Rumanía que dividió entre ellas la región de
Transilvania, perdida por la primera tras la
Primera Guerra Mundial en el
Tratado de Trianon y que había pertenecido a la segunda durante el periodo de entreguerras. Mediante el arbitraje, Rumanía fue obligada a devolver la zona septentrional de Transilvania a Hungría en el verano de 1940, pero no se puso fin a la disputa territorial entre ambos países acerca de esta región, que continuó durante todo el periodo bélico.