Santa María la Blanca es un templo ubicado en la ciudad
española de
Toledo. Construida en el
1180 como
sinagoga y, habiendo funcionando como tal durante 211 años, fue expropiada y transformada en
iglesia como consecuencia del
pogromo de 1391. En la actualidad el edificio pertenece a la
Iglesia católica, pero no se realiza culto en él. Se encuentra abierto al público y funciona como museo o centro en el que se desarrollan actividades tanto culturales como educativas.