Las
estelas rúnicas son piedras con inscripciones
rúnicas. Generalmente se aplica el término a rocas erigidas como monumentos, pero también es válido para inscripciones en piedras más pequeñas y cimientos. La tradición comenzó en el
siglo IV, pero la mayoría datan de la
época vikinga, y se continuó hasta el
siglo XII. Se localizan principalmente en
Escandinavia y son particularmente numerosas en
Suecia, donde se cuentan más de 3430 piedras rúnicas, aunque hay en todos los lugares donde se asentaron los
vikingos. La suma total en el mundo asciende a unas 6000. Las piedras rúnicas generalmente eran monumentos conmemorativos de la muerte de algún hombre y originalmente muchas estaban decoradas con llamativos colores.