El
idioma finés permaneció como lengua no escrita hasta el
siglo XVI pero por supuesto eso no quiere decir que durante siglos careciese de
literatura, el finés gozó de una fértil
literatura popular que nos ha llegado gracias a los cantores populares que a lo largo de generaciones transmitieron esos textos, lógicamente con modificaciones y en múltiples versiones.