El IV Concilio de Letrán comenzó en 1215 y acabó en 1216. Fue convocado por el papaInocencio III para tratar temas relativos a la fe y la moral, aunque la mayoría de historiadores apuntan a los intereses políticos y económicos del reino de Francia y del Papado, sobre todo en la condena de las herejías de los albigenses o cátaros y de los valdenses.