La
historia de Cádiz es la propia
de una ciudad marcada por su estratégica situación militar y comercial, a caballo entre el
océano Atlántico y el
mar Mediterráneo. Este asentamiento fenicio de fundación
tiria;
Gádir (<
fenicia 𐤂𐤃𐤓(𐤀),
(ʾ)gdr,
recinto murado), uno de los más antiguos de occidente, fue una ciudad volcada al
mar y al
comercio. De ella partió
Aníbal para la
conquista de Italia y el propio
Julio César le concedió el título de
civitas federata al Senado romano. La ciudad alcanza una gran prosperidad en la época romana, se construyen anfiteatros, acueductos y se convierte en la segunda ciudad más poblada del Imperio durante un breve período. Durante esta época vivían en la ciudad más de quinientos
équites (una casta de ciudadanos notables), rivalizando con
Padua y la misma
Roma.