Hiparquía (Ιπαρχία,
Maronea de
Tracia,
ca. 346 a. C. –
ca. 300 a. C.) fue una de las primeras
mujeres filósofas. Convivió, pese a la inicial oposición de su familia, con
Crates de Tebas y compartió con él la peculiar forma de vida de la
escuela cínica.
Teodoro el Ateo, que se reía de ella, le preguntó por qué no se dedicaba a las tareas propias de su sexo. Hiparquía, consciente de lo que podía haber de revolucionario en su actitud, le respondió:
"¿Crees que he hecho mal en consagrar al estudio el tiempo que, por mi sexo, debería haber perdido como tejedora?".