La
ciudad de
Granada, como entidad urbana, se remonta al
siglo XI, cuando se produce el abandono de
Medina Elvira, capital de la
Cora de Elvira, como consecuencia de la desaparición del
Califato de Córdoba y de la fundación del
reino zirí de Granada. Después, se mantendrá como cabeza de las sucesivas divisiones políticas y administrativas de su territorio, hasta convertirse en la capital del
reino nazarí de Granada. Cuando pasa a poder de
Castilla, en
1492, se acometen paulatinamente obras que modifican de forma sensible su estructura urbana, hasta convertirse en una
ciudad conventual.