Glæsisvellir (
planicies centellantes) era una ubicación del
Jötunheim en la
mitología escandinava. En el Glæsisvellir se podía encontrar una ubicación llamada
Odinsaker (o
Údáinsakr, «la inmortal Acre»), y todo aquel que iba allí regresaba saludable y joven, y así nadie nunca murió en Odinsaker.