Una
estrella de carbono es una
estrella de tipo tardío similar a las
gigantes rojas (u ocasionalmente
enana roja) cuya atmósfera contiene más
carbono que
oxígeno (a diferencia de las estrellas "normales"). Los dos elementos se combinan en las capas más externas de la estrella, formando
monóxido de carbono, el cual consume todo el oxígeno en la atmósfera, dejando el carbono libre para formar otros compuestos de carbono, dando a la estrella una atmósfera "tiznada", y apariencia roja sobresaliente para observadores humanos. Las características espectrales de estas estrellas son muy distintivas, y fueron reconocidas por primeras vez por su espectro por
Angelo Secchi en los
años 1860 – los primeros años de la
espectroscopia astronómica.