La
disputa de Tortosa fue el más importante
debate interreligioso entre representantes
cristianos conversos y
judíos durante la
Edad Media en
España. El debate no fue estrictamente tal, sino una serie de sesiones de adoctrinamiento religioso con el objetivo de forzar a las autoridades religiosas judías a reconocer "errores" de su religión frente a sus correligionarios y de reconocer que el
Antiguo Testamento avalaría que
Jesucristo había sido
Mesías. Los
rabinos debieron asistir a las mismas obligados por la autoridad papal, además de que la presencia de judíos entre el público también fue obligatoria.