La
conquista rusa de Siberia tuvo lugar en el
siglo XVI, cuando el
Kanato de Siberia se convirtió en una débil estructura política de
vasallajes que estaban siendo minados por las actividades de los exploradores rusos, los cuales, a pesar de ser superados en número, coaccionaron a las diferentes tribus familiares para cambiar su política de lealtad y establecer fortalezas distantes desde las cuales organizaran asaltos. Para contestar, el Kan
Küçüm intentó centralizar su poder imponiendo el
Islam a sus súbditos y reformando su forma de recaudación de impuestos.