La
conductividad eléctrica es la medida de la capacidad (o de la aptitud) de un
material o
sustancia para dejar pasar (o dejar circular) libremente la
corriente eléctrica. La conductividad depende de la estructura atómica y molecular del material. Los
metales son buenos conductores porque tienen una estructura con muchos
electrones con vínculos débiles, y esto permite su movimiento. La conductividad también depende de otros factores físicos del propio material, y de la
temperatura.