Carthago delenda est ('
Cartago debe ser destruida') o
Ceterum censeo Carthaginem esse delendam ('Además opino que Carthago debe ser destruida') es una famosa
locución latina. La frase se atribuye a
Catón el Viejo quien, según fuentes antiguas, la pronunciaba cada vez que finalizaba sus discursos en el
Senado romano durante los últimos años de las
Guerras Púnicas, alrededor del año 150 a. C.