En noviembre, los aimaras Tomás Katari y Tomás Achu llegan a Buenos Aires caminando desde Chuquisaca (actual Sucre, capital legislativa de Bolivia)―ya que como «indios» esclavos, los españoles no les permitían montar― para entrevistarse con el virrey Juan José Vértiz (1719-1799), autoridad máxima del virreinato del Río de la Plata.